El Desarrollo de las
cualidades motoras es el resultado de la maduración biológica y la estimulación
ambiental. El desarrollo de la coordinación es el fruto de la maduración del
sistema nervioso, que permite el control de movimientos cada vez más complejos
y de los estímulos o experiencias motoras que el niño va aprendiendo.
Del cuarto al décimo segundo
mes de vida se aprecian los primeros movimientos coordinados básicos del ser
humano; el niño empieza a coger objetos con las manos, a gatear y de forma
gradual consigue andar para luego correr. La coordinación de los movimientos va
aumentando a medida que conoce y controla el cuerpo y tiene mayor percepción
del entorno.
El
movimiento es la base de todo aprendizaje ya que la experiencia corporal en sus
aspectos grueso y fino la percepción el lenguaje y los procesos para el
desarrollo lógico suponen movimiento.
Es
también el movimiento base de la afectividad todo lo que se desea para la
satisfacción personal, exige manifestaciones motrices alcanzar la pelota
agitarse cuando ve a un ser querido manipular juguetes despellejar una naranja
y comerla tomar un vaso con agua para calmar la sed sentarse para descansar
colorear saltar cantar etc. Todas estas situaciones placenteras y relajantes
son las que encauzan la afectividad .La necesidad de imitación e identificación
con el adulto impulsan al gesto y la tonicidad afectivos.
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